Sopa primigenia
La sopa primigenia tuvo lugar justo después del Big Bang, y cuando me refiero a justo despues, me refiero a una millonésima parte de segundo después. Esto dio lugar a la creación de átomos y a eso nos referimos con el término sopa primigenia. Teniendo en cuenta la temperatura era superior a 150 000 veces la temperatura del interior del sol (unos 22 500 000 000 000) y los átomos no existían, sino que sus componentes estaban esparcidos por una masa líquida viscosa. Más tarde, la sopa primigenia se empezó a enfriar y sus componentes se organizaron y dieron forma a los protones, electrones y demás partículas que hoy conocemos. Con el tiempo se fueron creando los planetas, las galaxias, las estrellas… Se empezaron a crear pequeños planetas en los que los ingredientes de la sopa primigenia dieron lugar a la vida en nuestro planeta, y comenzó el proceso de la evolución donde destacaron importantes biólogos como Darwin, y dio lugar a todo tipo de seres de todos tipos que a lo largo de los años se han extinguido o han seguido evolucionando y desarrollandose.
La sopa primigenia también se refiere a la creación de la vida por primera vez. Se hizo un experimento que consistía en reproducir la situación actual de aquel tiempo para comprobar si fue posible la creación de la vida a partir de gases, átomos, calor y agua. El resultado es que se generan unas estructuras simples de ARN, en su momento versión primitiva del ADN, base de las criaturas vivas. Parte de este resultado dio origen a la teoría dawkinsiana de la evolución. Stanley Miller demostró un modelo experimental del caldo primigenio en 1953 en la Universidad de Chicago. Introdujo agua, metano, amoníaco e hidrógeno en un recipiente de vidrio para simular las supuestas condiciones de la Tierra primitiva. La mezcla fue expuesta a descargas eléctricas y, una semana después, una cromatografía en papel mostró que se habían formado varios aminoácidos y otras moléculas orgánicas. El modelo postula que el origen de la vida se produjo a partir de tales moléculas que, tras formarse en la atmósfera primitiva, fueron arrastradas por la lluvia hasta el océano primordial, donde se combinaron para formar proteínas, ácidos nucleicos y otras moléculas de la vida.